martes, 20 de julio de 2010

Es imposible que te aburras...

Ideas para hacer algo cuando tienes tiempo libre:
- Ver películas. De grandes directores, se apelliden Loach, Allen o Lynch.
- Pensar en cómo será el fin de semana que viene. Pensar en si tienes que llevar pasteles, vino o nada para no parecer demasiado pretencioso. O demasiado normal/previsible.
- Recomendar películas en las que salga Humphrey Bogart. Sobre todo El halcón maltés.
- Pensar en qué harás cuando no dispongas de tanto tiempo libre.
- Llamar a amigos con los que hace mucho tiempo no hablas.
- Leer un ensayo de Erich Fromm sobre el amor. En ocasiones no entender nada porque Freud es demasiado complejo para mí.
- Ver de una puñetera vez Casablanca para hacer caso a la tercera idea.
- Leer las columnas atrasadas del amigo Reverte.
- Recomendar encarecidamente la lectura de La carretera si quieres llorar con un libro.
- Recomendar encarecidamente la lectura de El libro de las ilusiones si quieres sumergirte en un libro fantástico, en sentido literal.
- Dejar de lado la cultura y nadar. Nadar, nadar y nada más, que para eso es verano. O andar en bici.
- Escribir. Y no olvidar que tendrás que sacar tiempo de alguna parte para escribir cuando trabajes.
- Regodearte en los viajes de los demás y pensar en los que podrás hacer tú más adelante.
- Hacer planes para que después haya algo que te los cambie y por ende destroce.
- Escuchar todos los discos atrasados que te han ido pasando o que has ido encontrando por allí y por allá.
- Jugar al pádel con la gente que quieres.
- Recomendar encarecidamente La chica del puente si quieres ver una película con un guión original, una estética bonita y una historia preciosa.
- Disfrutar del último en llegar a la familia.
- Leer la saga Crepúsculo de un tirón. Comer, dormir. Ver las películas de la saga Crepúsculo de un tirón. Suspirar. Dormir.
- Tratar a tu pareja como se merece.
- Esperar a que salga una película decente en el cine para poder ir al ídem.
- Considerar que la antepenúltima de mis propuestas era sarcasmo. En caso de haberle hecho caso, es recomendable olvidarlas lo más rápido posible.

No hacer caso de lo anteriormente propuesto y hacer lo que te venga en gana, cuando y como quieras.

lunes, 12 de julio de 2010

Nacionalismos de primera y de segunda

No deja de ser curioso que a la par que la selección española de fútbol tenga tanto éxito haya tenido lugar una manifestación procatalanista en el corazón de Barcelona. No se puede acusar al oportunismo porque la sentencia del Estatut se ha producido hace unos días y por tanto la manifestación ha lugar teniendo en cuenta la proximidad con la susodicha pronunciación del vituperado Tribunal Constitucional. No obstante, es cierto igualmente que la reforma laboral, tardía y parcialmente errónea, también se ha producido hace poco y la huelga se ha convocado para el 29 de septiembre; vamos, dentro de dos días como el que dice. Pero bueno, deben de ser cosas distintas. Qué malpensado eres, Michi.
El caso, es que comentaba que a pesar de que la roja esté compuesta casi en un tercio por jugadores catalanes (concretamente siete de veintitrés), parece que gran parte de la sociedad catalana desea renunciar a su nacionalidad española. Adeu Espanya decían, pues para ellos no deja de ser un estado opresor lejos de esa nación a la que ellos pertenecen. Es cuanto menos chocante que sostengan firmemente asertos tales como que el Estado español es eso, exclusivamente un estado con sus connotaciones legales y políticas pero que carezca de la capacidad moral o cultural para ser una nación, erigiéndose ellos en libertadores de una nación ya conformada hace tiempo y que sin embargo no tiene ese medio para constituirse como tal llamado estado. Un estado que envolvería a gente tan dispar como un andaluz, extremeño o gallego. Por no hablar de la cantidad de europeos, moros y asiáticos que hay y que es lo que le confiere a Cataluña ese aire que quizás el resto de España no tenga. Esto es, una comunidad multicultural a la cual cierta parte de catalanes quiere renunciar en aras de una cultura igual de válida y en ocasiones superior a la del resto del país y que sin embargo no dejaría de ser mucho más cerrada y sectaria en tanto en cuanto declinara toda manifestación que o bien no tiene sus orígenes en Cataluña o mejor dicho tiene sus orígenes en España. Estimo que todos los catalanes están en su derecho de pedir un estado independiente de España a pesar de que la Constitución declara la indisolubilidad de España pero también estimo que el resto de los españoles tienen derecho a decidir si quieren que Cataluña siga siendo parte de España. Ah, esto no, claro.
Y por cierto, sin necesidad de ser sociólogo y haber estudiado muestras de población, se puede afirmar sin miedo a no tener razón que cuando en las consultas soberanistas no vinculantes que se han celebrado últimamente en distintos pueblecitos en tierras catalanas sólo vota menos del 15% con derecho a voto es que algo falla. Hablando en plata: la mayoría de los catalanes (y catalanas, tranquila Bibiana) no quiere la independencia. Otra cosa es que quieran más autogobierno o que el resto de España chupe menos de su bote y aporte más. Pero cuando tienes oportunidad de votar si quieres dejar de ser español y pasas de ir es porque te la pica bastante, en fin, no sé…

Manda huevos que haya tenido que ser un deporte el que haya conseguido lo que no ha conseguido nadie en democracia, esto es, que se luzcan masivamente banderas de España, bandera que por cierto tiene su origen a finales del siglo XVIII y no en la dictadura de Franco. A esto algunos cerriles le llaman nacionalismo retrógrado. Como mola que lucir ciertas banderas sea retrógrado y lucir otras sea flipante que te rulas. Todos los nacionalismos extremistas son malos, desde luego, incluido el español. Por lo tanto se caen por su propio peso nacionalismos periféricos que critican a España por su afán nacional (que viene de nación, algo que ellos dicen ser).

Y mientras tanto, el país entero y Cataluña en particular –doy fe de ello cuando no encuentro trabajo ni a la de tres- sufre posiblemente la peor crisis económica de su historia. Definitivamente España, con perdón para los nacionalistas, is different.