lunes, 12 de julio de 2010

Nacionalismos de primera y de segunda

No deja de ser curioso que a la par que la selección española de fútbol tenga tanto éxito haya tenido lugar una manifestación procatalanista en el corazón de Barcelona. No se puede acusar al oportunismo porque la sentencia del Estatut se ha producido hace unos días y por tanto la manifestación ha lugar teniendo en cuenta la proximidad con la susodicha pronunciación del vituperado Tribunal Constitucional. No obstante, es cierto igualmente que la reforma laboral, tardía y parcialmente errónea, también se ha producido hace poco y la huelga se ha convocado para el 29 de septiembre; vamos, dentro de dos días como el que dice. Pero bueno, deben de ser cosas distintas. Qué malpensado eres, Michi.
El caso, es que comentaba que a pesar de que la roja esté compuesta casi en un tercio por jugadores catalanes (concretamente siete de veintitrés), parece que gran parte de la sociedad catalana desea renunciar a su nacionalidad española. Adeu Espanya decían, pues para ellos no deja de ser un estado opresor lejos de esa nación a la que ellos pertenecen. Es cuanto menos chocante que sostengan firmemente asertos tales como que el Estado español es eso, exclusivamente un estado con sus connotaciones legales y políticas pero que carezca de la capacidad moral o cultural para ser una nación, erigiéndose ellos en libertadores de una nación ya conformada hace tiempo y que sin embargo no tiene ese medio para constituirse como tal llamado estado. Un estado que envolvería a gente tan dispar como un andaluz, extremeño o gallego. Por no hablar de la cantidad de europeos, moros y asiáticos que hay y que es lo que le confiere a Cataluña ese aire que quizás el resto de España no tenga. Esto es, una comunidad multicultural a la cual cierta parte de catalanes quiere renunciar en aras de una cultura igual de válida y en ocasiones superior a la del resto del país y que sin embargo no dejaría de ser mucho más cerrada y sectaria en tanto en cuanto declinara toda manifestación que o bien no tiene sus orígenes en Cataluña o mejor dicho tiene sus orígenes en España. Estimo que todos los catalanes están en su derecho de pedir un estado independiente de España a pesar de que la Constitución declara la indisolubilidad de España pero también estimo que el resto de los españoles tienen derecho a decidir si quieren que Cataluña siga siendo parte de España. Ah, esto no, claro.
Y por cierto, sin necesidad de ser sociólogo y haber estudiado muestras de población, se puede afirmar sin miedo a no tener razón que cuando en las consultas soberanistas no vinculantes que se han celebrado últimamente en distintos pueblecitos en tierras catalanas sólo vota menos del 15% con derecho a voto es que algo falla. Hablando en plata: la mayoría de los catalanes (y catalanas, tranquila Bibiana) no quiere la independencia. Otra cosa es que quieran más autogobierno o que el resto de España chupe menos de su bote y aporte más. Pero cuando tienes oportunidad de votar si quieres dejar de ser español y pasas de ir es porque te la pica bastante, en fin, no sé…

Manda huevos que haya tenido que ser un deporte el que haya conseguido lo que no ha conseguido nadie en democracia, esto es, que se luzcan masivamente banderas de España, bandera que por cierto tiene su origen a finales del siglo XVIII y no en la dictadura de Franco. A esto algunos cerriles le llaman nacionalismo retrógrado. Como mola que lucir ciertas banderas sea retrógrado y lucir otras sea flipante que te rulas. Todos los nacionalismos extremistas son malos, desde luego, incluido el español. Por lo tanto se caen por su propio peso nacionalismos periféricos que critican a España por su afán nacional (que viene de nación, algo que ellos dicen ser).

Y mientras tanto, el país entero y Cataluña en particular –doy fe de ello cuando no encuentro trabajo ni a la de tres- sufre posiblemente la peor crisis económica de su historia. Definitivamente España, con perdón para los nacionalistas, is different.

8 comentarios:

  1. Con Franco esto no pasaba

    (tampoco se decía ¨flipante que te rulas¨)

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  2. Con Franco sí pasaba sólo que que se silenciaba el comentario y a quien lo decía. Pim pam y fuera.
    Y flipante que te rulas es una frase del excelso Perez Reverte que me encanta.

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  3. jo, qué blog más serio tienes

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  5. Me refería a que con Franco no había manifestaciones.

    Claro, que tampoco había blogs; pero en el caso de que los hubiera habido, seguro que habrían sido mucho más serios que este.

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  6. ¿Patricia tu comentario es irónico? porque esto sí que intenta ser serio en la medida de lo posible

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  7. No, el blog es muy serio. Por eso mismo. Mira, como entrada alegre puedes escribir algo sobre Mendoza, que es un tío simpático, y de su protagonista adicto a la cocacola. De paso ¿podrías dejarme un libro de Mendoza que me dijiste que tenías y que me podía gustar? O si no, te acordarás mañana de q lo coja en la biblioteca?

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  8. Chapó, querido Miguel, chapó!!! Al 100% de acuerdo contigo. Aunque haría ciertos matices, si me lo permites. Creo que los medios de comunicación nos quieren meter cierta presión al resto de españoles para que de nuevo surja la confrontación ente Cataluña y el resto de España. Eso vende, eso mueve ediciones de peiódicos, (aunque desgraciadamente vendería más Belén Esteban, Dios que pena...). Tampoco dicen que vota un 15% en aquellos municipios donde hacen las preguntas populares de independencia, y mucho menos, que esos municipios donde preguntan, son marcadamente independentistas. Pero claro, la gente, también, pára qué va a ir más allá y pensar un poco en dónde está el origen de todo esto.
    El otro día, en mi "feisbuk", una conocida catalana ponía una foto de perfil y una bandera catalana de independencia. Pero en comentarios algo así como "cuantos más petardos tiran por la victoria de España, más quiero la independencia". Ni tanto, ni tan calvo, queridos españoles-catalanes.

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